Esquema de juego del Estudiantes de Zubeldía diagramado especialmente para el libro "de Zubeldía a Bilardo" en el Country, por Carlos Salvador Bilardo.
Poletti como arquero funcional (a lo Gatti o Errea) dominando en el área o fuera de ella, luciendo en las salidas y entregando a la perfección. Eduardo Manera yéndose bien arriba con sorpresa y peligrosidad, Madero como último hombre, corriéndose levemente hacia la derecha, algo hacia adelante, y siempre cubriéndole la espalda a Malbernat. El capitán Malbernat en la marca férrea y prácticamente sin proyección. Bilardo sobre el diez contrario, retrasándose, proyectándose poco e invariablemente relevando las subidas de Manera. Aguirre Suárez clausurando al nueve rival. Pachamé al ocho, pero también colaborando infatigablemente en defensa y apuntalando fogosamente el ataque por izquierda.
El "Bocha" Flores como volante izquierdo múltiple, defensivo, ofensivo, y también definidor, yéndose arriba con claridad y sorpresa, aplicando su certero cabezazo o su excelente remate de media distancia. Ribaudo o Echecopar en neta función ofensiva por derecha. Conigliaro rotando generosa e incansablemente por amplio frente de ataque y finalmente la mágica zurda de Juan Verón, habitualmente por izquierda, bajando, subiendo y en forma esporádica pero precisa, apareciendo sorpresivamente por la derecha. El pizarrón de Zubeldia cubría densamente cada centimetro de terreno. La garra, el coraje, el talento de once gladiadores aplicaba al pie de la letra esas enseñanzas, configurando una fuerza futbolística singularmente difícil de vencer.
Fuente: de Zubeldía a Bilardo
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El "Bocha" Flores como volante izquierdo múltiple, defensivo, ofensivo, y también definidor, yéndose arriba con claridad y sorpresa, aplicando su certero cabezazo o su excelente remate de media distancia. Ribaudo o Echecopar en neta función ofensiva por derecha. Conigliaro rotando generosa e incansablemente por amplio frente de ataque y finalmente la mágica zurda de Juan Verón, habitualmente por izquierda, bajando, subiendo y en forma esporádica pero precisa, apareciendo sorpresivamente por la derecha. El pizarrón de Zubeldia cubría densamente cada centimetro de terreno. La garra, el coraje, el talento de once gladiadores aplicaba al pie de la letra esas enseñanzas, configurando una fuerza futbolística singularmente difícil de vencer.
Fuente: de Zubeldía a Bilardo
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