martes, 24 de enero de 2012

Estudiantes 4 - Sporting Cristal 3, Copa Libertadores 2006


Estoy seguro que este partido va a estar entre los 10 más importantes de mi vida, y seguramente lo esté en muchos de los de mi generación. Una generación que nació escuchando los relatos de la gente mayor como padres o abuelos, en mi caso tío, acerca de las gloriosas noches de Copa del equipo de Zubeldía, o el famoso 3 a 3 a Gremio con 4 hombres menos de Eduardo Luján Manera.
Pero todo esto era historia para mi, o una novela feliz, que lo podía leer en diarios o revistas de la época o en sus relatos.
Se me hacía muy difícil entender lo que  me decían de un Estudiantes que supo codearse con los grandes a lo largo de su historia. El Estudiantes que yo conocía era distinto... Mi Estudiantes tenía un descenso en el lomo (cuando sólo tenía 8 años) y varios años de pelear la permanencia, siempre una victoria ajustada de local y nos volvíamos contentos sacando un punto de visitante. Me gustase o no, es lo que había, yo no elegí ser del Pincha, yo nací del Pincha y me la tenía que bancar. Me crié con jugadores como el Tecla Farías, Luciano Galetti, Pablito Quattrochi, el Pepi Zapata, el Vasco Azconsabal, entre otros.
Hago esta breve introducción para que la persona que esté leyendo esto y no sea de mi edad entienda de la importancia de este partido.
Lo recuerdo a la perfección, era un día soñado, mi primer partido de Copa, era una realidad, el día tan ansiado había llegado.
Teniendo 1 y 57 cerrado, el partido tuvo que jugarse en Quilmes, salimos sobre la hora y la autopista era un caos, lleno de autos y micros con los colores rojos y blancos demoraron la llegada al partido. Tal es así que llegué con el partido empezado.
Al bajar del auto nos enteramos que el Sporting Cristal ya estaba ganando 1 a 0. Todavía había ilusión, el partido recién empezaba. Al pasar varios cacheos ya estaba dentro de la cancha, mientras me acomodaba en la tribuna, marca el 2do gol el equipo peruano. Y a los pocos minutos el 3ero que fue como un baldazo de agua fría...
En el entretiempo todo era desconcierto, nos mirábamos y no entendíamos que estaba pasando. Parecía que a Estudiantes le quedaba grande jugar esta clase de partido. Faltando 2 minutos para arrancar el 2do tiempo un hombre mayor que estaba atrás mío nos dijo "tranquilos muchachos, esto es Estudiantes, Estudiantes en la Copa es distinto", si bien en el momento no le llevé el apunte, me quedó grabada esa frase. Cuando Luguercio marca el 4to gol, todos los de ese sector lo abrazamos emocionados.
Era increíble ver abrazadas 3 generaciones de Pinchas en la tribuna con lágrimas en los ojos, el nene junto a su padre y su abuelo, coreando el grito de guerra "Estudeaaaa Estudeaaaa"...



Primer Tiempo (0 - 3)



Segundo Tiempo (4 - 3)



Así lo contaba la sección de deportes del diario El Día del 22 de febrero de 2006:

Estudiantes hizo estallar el Cristal en mil pedazos
Perdía 0-3 y con coraje lo transformó en heroico 4 a 3
COMENTARIO
Por IGNACIO ILLIA


Estudiantes lo hizo posible. Regaló todo un tiempo en donde la pasó muy mal por los horrores que cometió. Después acertó en los cambios y la gente lo llevó hacia adelante (gritó y alentó sin cesar) y transformó un 0-3 que parecía definitivo en un 4-3 heroico e histórico.

Lo del primer tiempo fue pavoroso. Tan mal jugó el equipo de Burruchaga que, ni siquiera, se dio cuenta de las fragilidades defensivas que exhibía el equipo peruano, de los que sí sacó provecho en el complemento.

Partido, perdido en el medio, sin marca ni reacción, y cometiendo muchísimos errores, así asomó Estudiantes en el primer tiempo, y un Sporting Cristal criterioso y efectivo, le fue acestando cachetada por cachetada. Un penal innecesario de Núñez (mano grosera tras una mala salida de Herrera que no atrapó una pelota que venía por arriba) le permitió a Jorge Soto, rematando a la derecha del arquero, poner el 1 a 0.


Hubo un gol mal anulado a Pavone, que había sido habilitado por un defensor peruano, y enseguida, en una buena triangulación ofensiva por derecha, le permitió a Prado, habilitado por Quinteros, entrar libre y con remate cruzado y bajo para poner el 2 a 0.

Sorpresa y estupor. En todo el mundo. En la gente, en los jugadores albirrojos y en el técnico Burruchaga que lo miraba desde un costado. Todo era del Cristal, en donde la llegada de los volantes siempre herían. Era dueño y señor de la pelota. Ganaba en el mano a mano y manejaba todo con criterio y coherencia. Y a 8’ del final, habilitado por Leal, de gran partido, entró libre por el medio y con total tranquilidad derrotó a Herrera (la pelota se le escurrió por entre las piernas) con un tiro bajo y al medio.

Pudo haber descontado en el final Estudiantes, porque tras un tiro libre que levantó Carrusca desde la izquierda cabeceó Galván con pique al suelo y, al elevarse, el balón pegó en el travesaño.

Para el futuro, y para no volver a cometer tantos errores, el tape del primer tiempo se puede tomar como testigo. Y para el complemento era inevitable que llegaran los cambios. Cominges y Sosa adentro, Araujo y Galván afuera. El 4-4-2 inicial se transformó en un 3-3-2-2, con Sosa y Carrusca de enganche. Y un hecho gravitante: la gente, que no se entregó a su suerte y le transfirió toda su rebeldía al equipo.

Y fue Estudiantes a jugársela a suerte y verdad. Un innecesario penal de Norberto Araujo (ensayó una chilena en el área golpeando a Calderón) le permitió al propio Calderón (zurdazo bajo al palo derecho) abrir el camino de la hazaña.

Retrocedió muchísimo el equipo peruano, al tiempo que comenzó a sentir el esfuerzo realizado en el primer tiempo. Aquel gol de penal le insufló animo al equipo albirrojo que sabía que en el primer tiempo había realizado todo mal.


El Cristal dejó de hacer aquel, y lo mismo sucedió con Estudiantes, que ya era el dueño de la situación. Era cuestión de apuntar y disparar, luego de buscar por los costados. Y el que apuntó y disparó fue Calderón, que a los 22’, tras una pared con Sosa, clavó un zurdazo contra el palo derecho de Delgado.

Con mucha valentía y coraje, Estudiantes fue por más. La visita hacía agua por todos lados. Un centro de Cardozo desde la derecha encontró solo a Pavone dentro del área con tiempo para rematar de media vuelta y poner la pelota arriba, contra el palo derecho de Delgado.

Ya era hazaña. Pero quedaba márgen para que la hazaña se transformara en un acto heroico. Y como el rival estaba para cualquier cosa, en el cierre, Calderón, desde la izquierda, metió un centro-shot al área para que Lugüercio, que había entrado por Carrusca, pusiera la pierna y desviara el balón contra el parante derecho para que el estadio, transformado en una caldera hirviente, estallara de manera estruendosa, quebrando el cristal en mil pedazos.




"Heredamos un poco la mística"
Pavone habló de algo "histórico". Y Calderón de "felicidad enorme"

¡Im-pre-sio-nan-te! No merece otro calificativo el importantísimo triunfo que obtuvo anoche Estudiantes frente al Sporting Cristal. Y el partido tuvo tres héroes albirrojos indiscutidos: José Luis Calderón, quién marcó los dos primeros tantos para acortar la ventaja con los peruanos (uno de ellos de penal), Mariano Pavone que igualó el partido y el Payaso Lugüercio que logró la hazaña y le dio la victoria al Pincha para algarabía de su gente.

Al término del partido el festejo fue interminable. Un eufórico José Luis Calderón decía que todo esto "es una alegría enorme porque uno nació en este club del cual es hincha. Una felicidad para mi hijo, mi señora y toda esta gente que vino hasta acá y también por el equipo que, como dijimos siempre, va a luchar hasta lo último. Uno siempre tiene en mente que se puede dar vuelta el resultado. Creo que en el entretiempo vino bien una buena c... a p... para despertarnos ya que en el primer tiempo nos dedicamos más a pelear y discutir con el árbitro que a jugar. En el segundo tiempo jugamos un poquito más y el resultado es este".

Por su parte, Mariano Pavone que ayer se reencontró con el gol tampoco podía ocultar su alegría. "Esto es histórico. Creo que heredamos un poquito la mística de los campeones del mundo y acá lo demostramos. En el primer tiempo no jugamos bien pero en el segundo demostramos por qué estamos primeros en el campeonato y por qué Estudiantes quiere hacer las cosas bien en la Libertadores".


¿Qué pasó en el vestuario para que Estudiantes salga con otra actitud a enfrentar la segunda etapa? El Tanque rompió el misterio al decir que "Jorge (Burruchaga) nos habló mucho, nosotros cambiamos la actitud y le regalamos el triunfo a toda esta gente que vino hasta Quilmes. La verdad que el gol fue un desahogo y se lo quiero dedicar a toda mi familia en Tres Sargentos y a todos estos hinchas de Estudiantes que me apoyan siempre".

Por último, Pablo Lugüercio que entró para hacer fuerza en ofensiva en reemplazo de Marcelo Carrusca dijo que "es una alegría enorme haber podido darle el triunfo a mis compañeros y a la gente. Acá demostramos que somos un grupo fuerte, muy unido y por suerte pudimos dar vuelta este resultado que fue tan difícil en el primer tiempo".



Una noche con todos los condimentos y con hazaña

Una muestra inconmensurable de amor por los colores, de pasión a flor de piel, de sentimiento que se expresa en gorro, bandera, vincha y grito. Eso fue lo que protagonizó la gente de Estudiantes anoche en el debut como local del Pincha en esa Copa Libertadores que su sola mención le eriza la piel.

Casi 23.000 hinchas albirrojos colmaron el estadio Centenario, que se vistió de rojo y blanco. Y se volvieron enloquecidos con el resultado, porque pintaba para cachetazo feo y terminó siendo una hazaña digna de todos los elogios.

Los pinchas le dieron marco a una noche que quedará en el recuerdo por mucho tiempo ya que fue ni más ni menos que el reencuentro entre dos viejos amigos después de 22 años.

La jornada fue especial para los pinchas desde muy temprano. Porque todo el día tenía un solo sentido: aprestarse para ese mágico momento que se iba a vivir en la cancha de Quilmes.

Entonces era cuestión de desligarse lo más rápido posible de toda obligación, para calzarse la pilcha más amada y encaminarse al estadio cervecero.

Algunos lo hicieron muy temprano, ya que un rato antes de que se abriera el estadio, un grupo de jóvenes esperaba ansioso por su lugar en las tribunas. Y desde las 20 fue la locura. Porque por momentos las calles aledañas al predio quilmeño se convirtieron en verdaderos ríos rojiblancos, con hinchas de todas las edades que llegaban para acompañar al Pincha.

Estaban los jóvenes, verdaderos motores de estas movilizaciones. Y estaban los padres junto a sus pequeños hijos, eternizando el inconfundible traspaso generacional de amores y odios. Y no faltaron muchos abuelos, rememorando sus viejas batallas coperas y saboreando los dulces recuerdos de tantas alegrías internacionales.

No faltó nadie a la cita. Y la prueba elocuente no fue sólo el excelente número de público que lo acompañó, sino también en esa verdadera locura que significó salir de la Autopista, colmada de simpatizantes del León, con filas interminables de autos que pugnaban por llegar lo antes posible.

Fue a pura emoción. Cientos de autos, muchas combis, algunos micros. La gente de Estudiantes unió La Plata con Quilmes como si se tratara de una calle platense. Todo era rojo y blanco.

Durante momentos, llegar al estadio se hacía imposible, era a paso de hombre, mientras sonaban las bocinas incesantemente y crecía el clima copero.

Momentos especiales hubo muchos. Uno fue a las 19.50, cuando llegó el micro del plantel y había mucha gente en la puerta. A puro grito y con el gran aliento de los que estaban allí, los jugadores empezaron a sentir lo que era sentirse apoyados. Si hasta hubo algunos que se sacaban fotos delante del micro.

La música que salía por los parlantes del estadio le fue poniendo clima a la previa. Y no tardaron en llegar los hits de la noche, dedicados a los enemigos de siempre y de los últimos tiempos: dedicatorias al Lobo e insultos al intendente Alak.

"Es para el Lobo que la mira por TV", "La Copa la juega papá", "El Pincha no se vende" y "Alak, la p... que te p..." fueron los gritos que más se escucharon en un marco donde el aliento y el acompañamiento fue impresionante, ensordecedor, emocionante.

Estudiantes vivió su noche, con ese clima copero que tanto le gusta y que tanto enciende a su gente. Y con hazaña. ¿Qué más puede pedir?




4 comentarios :

  1. Histórico! Gracias por tanto, Estudiantes

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  2. Excelente!!! todavía me acuerdo, que no estaba en la ciudad, lo vi en un hotel y de los gritos desperté a todos!!!

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  3. Imposible olvidar esa noche llena de mística!

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  4. Imposible olvidar esa noche!! ademas, fue mi cumpleaños!! ( como hoy, jaja), y a mis hermanos les decia antes del partido," hoy me regalan un triunfo". obvio, en el entretiempo me querian matar! pero despues, que orgullo y felicidad ser pincha!!

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