Homenaje 7: Miguel Ignomiriello "La Tercera que Mata"

Miguel Ubaldo Ignomirello fue el técnico de la "Tercera que mata", aquella categoría de Estudiantes que ganó el título de su divisional en 1965 y que nutrió de jugadores al plantel de Primera, que luego se consagró campeón de América del Mundo. Aquí empezó toda la historia.

Nacido en la Ciudad de La Plata el 11 de junio de 1927, como profesional fue profesor de educación física, Director Técnico de fútbol y preparador físico especializado en fútbol.
Además de Estudiantes de La Plata, Miguel trabajó en Gimnasia de La Plata, Arsenal de Lavallol, Independiente, Platense, Chacarita, Italiano, Cambaceres, Talleres de Remedios de Escalada, Douglas Haig, Arsenal de Sarandí, Rosario Central, Unión de Santa Fe, Atlético Tucumán, San Lorenzo, Deportivo Armenio, Velez, Nacional de Montevideo, Parque del Plata (Canelones Uruguay), Bolivar de La Paz, Deportivo Quito de Ecuador, Atlético Filanbanco y Banfield.

"Llegué a Estudiantes en 1963, cuando Osvaldo Arteaga me presentó a Mariano Mangano. El presidente de Estudiantes quería empezar a cambiar la forma de trabajar en inferiores y nos confió esa tarea".

¿Cómo se empezó a armar aquel equipo de Tercera que ya es leyenda?
Había muchos chicos nuevos como Poletti y Manera, que llegaban de Sacachispas, Aguirre Suárez desde Tucumán, Echecopar desde Pergamino o Pelusa Bedogni del Everton local. Ellos se fueron acoplando a los que ya estaban como Verón o Malbernat. Pero no fue nada fácil. Cuando hablé de llevar al club a Poletti, todos los dirigentes de la comisión de fútbol de juveniles se negaron. 'En el club ya hay siete arqueros, ¿para qué uno más?', me decían. Entonces fui directamente a hablar con Mangano y le comenté la situación. Y me respondió: "Si usted dice que hay que traerlo, tráigalo". Esa era la diferencia, el Presidente apoyaba todo el trabajo de inferiores y así se conseguían los resultados. Comenzamos con una pretemporada, algo que no era común en aquel tiempo. Me acuerdo que arrancamos el trabajo un 6 de enero. El equipo del 64 salió subcampeón, y en el 65 ya con el conocimiento de los jugadores y el mejoramiento físico y técnico salimos campeones dando espectáculo. La gente llenaba la cancha para ver a ese equipo, llega a las 11 de la mañana. Ese año, Estudiantes fue campeón en Tercera, Cuarta y Sexta. Y ese grupo después también ganó en el 66 en la Reserva.

De ahí, sin escalas a la Primera campeona...
Siempre tuvimos claro que la prioridad era la Primera. Y trabajamos a full con los juveniles para que en 12, 24 o 36 meses estuviesen jugando en la Primera. Hoy escuchas que un chico debuta y a los tres partidos se vuelve a su categoría porque le costó la adaptación y por el cansancio muscular por el cambio de ritmo. Eso no puede ser, el trabajo de juveniles los debe preparar para competir profesionalmente. Recuerdo que cuando Echecopar jugó en Primera, lo hizo 74 partidos consecutivos. Ningún jugador de esa Tercera que jugó en Primera volvió luego a inferiores.

¿Cuál era la clave de aquel grupo?
Había que armar un equipo con moral alta, con orgullo, para que después puedan aspirar a tener un lugar en la Primera. El trabajo de juveniles es un trabajo parecido al del padre con el hijo, cuando lo va preparando para las dificultades de la vida. Con los chicos en el fútbol es lo mismo, se prepara al jugador para cuando llegue a Primera. Por eso, no importa que sea campeón en Octava o en Quinta. Deben ser campeones de Primera o jugadores de Selección. Manera, por ejemplo, quería jugador de delantero, pero en la Primera se necesitaba un lateral... Con esa mentalidad trabajamos y con esa mentalidad ganamos. Entrenábamos a la mañana con la Tercera en la cancha auxiliar y a la tarde en el bosque. Ahora escuchas que no se puede trabajar, que no tengo cancha y cuántas otras cosas... Nosotros con una sola cancha armamos el campeón del mundo.

Entrevista del Diario Hoy en el año 1996

"Hubo un antes y un después de Mangano"

¿Cómo fue que dio comienzo el proceso de "La tercera que mata"?

Fue todo un proceso de trabajo, que a veces lamentablemente por razones de índole políticas e institucionales, no se puede llevar a cabo. Pero lo de Estudiantes tuvo la suerte de contar con un dirigente excepcional, que era Mariano Mangano . Estudiantes de La Plata fue antes de Mangano y después de Mangano.
Y yo hablo de este hombre sin haber sacado ningún tipo de ventaja, de ninguna naturaleza, yo estuve en el club, y no me pude comprar ni un auto, pero sí dejé en Estudiantes un proceso de trabajo.

¿Y usted cómo llegó al club?
Yo fui contratado en el año 63', y comencé un proceso que si bien yo no pude disfrutar los éxitos del campeonato del mundo, Nelson Otolina me entregó un carnet por lo cual, se me acreditaba haber trabado con el equipo campeón del mundo pese a no haber viajado a Manchester, que me permitía ingresar al estadio en forma gratuita de por vida y platea en el palco oficial.

¿Sabían a dónde apuntaban?

Siempre supe que no se hacen milagros en ninguna actividad y menos en el fútbol, entonces inicié este proceso de enero de 1963, con renovación casi total de los planteles, con otras de infraestructura. Por ejemplo Estudiantes fue el primer club de la Argentina que tuvo cancha auxiliar para la práctica deportiva de los juveniles.

¿Cuáles fueron las etapas de esa famosa reserva?
En el primer año la reserva sacó 20 puntos, al año siguiente salió subcampeona, sacó cerca de 44 puntos, hasta que el año 65' logró salir campeona, ese mismo grupo fue campeón de reserva. Y la mayoría de ese equipo formó parte del equipo que logró la hazaña en Manchester.

¿Cuánto ayudó usted en el equipo campeón del mundo?
De la nómina de jugadores inscriptos en la Copa Libertadores, 20 era nacidos durante el proceso que comenzó en el 63', no eran del proceso, Bilardo, Togneri, Madero, Rivaudo y Conigliaro, pero al margen de eso, eran todos jugadores que habían sido formados en nuestro proceso.

¿Cómo se elegían los jugadores?
Siempre consideré que los clubes denominados chicos la única manera que tienen de salir del paso es trabajando con los juveniles. Y Mangano entendió claramente ese concepto, y me apoyó sin excepción en todo tiempo. Y así fue que se trajo a Aguirre Suarez de Tucumán, Etchecopar de Pergamino, Medina de Tucumán, Poletti y Manera de Capital, Taverna de 25 de mayo, Tuliet, de Santa Fe, Horacio Rodríguez de Arrecifes, Domine de Arrecifes, Cococho Alvarez de Entre Ríos, es decir se recorrió el país buscando juveniles.
Yo fui el que ejerció ese trabajo, tenía a cargo, el control total de las divisiones juveniles de reserva a novena, y además fui yo el seleccionador, con colaboradores obviamente. Como sigo haciendo en la actualidad.

¿Cómo fue trabajar con Zubeldía? Osvaldo Zubeldía fue un adelantado, fue el primer técnico que trabajó con una actividad planificada de día por día, en la cual yo creo que influí, porque yo fui consultado por Mangano sobre cuál era el técnico que más le convenía al club. Y yo le dije Zubeldía.

¿Se siente en parte responsable de ese gran logro internacional?
Sí seguro, yo fui partícipe, yo le dediqué 15.000 horas de mi vida al club, viví para Estudiantes de La Plata, comenzábamos a las seis de la mañana y terminábamos cerca de las 23, no había sábados ni domingos, hasta he tenido que faltar al cumpleaños de mis hijos.

¿Cuáles fueron los jugadores que más se destacaron en un procesos?
La "Bruja" Verón fue el jugador más excepcional producido en ese proceso, debe ser la imagen del jugador de más talento que haya tenido Estudiantes. Aunque yo digo que la imagen del esfuerzo y de la entrega se llama Juan Miguel Etchecopar, ya era un profesional cuando recién tenía edad de quinta división.
En cuanto a arqueros, Alberto Poletti, fue uno de los mejores arqueros que me ha tocado manejar, un profesional de primer orden. A quien también quiero destacar es a un jugador de la última zaga como fue Alberto Ramón Aguirre Suarez. Si tengo que nombrar a un goleador te digo Rubén Bedogni, un marcador lateral, "Cacho" Malbernat, y el mejor lateral derecho que yo he visto, Eduardo Lujan Manera.

¿Cómo surge la idea de una cancha auxiliar?
Esa cancha auxiliar surge como una necesidad, porque en ese momento los partidos de los juveniles se jugaban en la cancha principal. Yo logré que me den ese terreno y que me dejen administrarlo. Se le pone las cuatro torres de iluminación que las colocó el ingeniero, que era el tío de "Cacho" Malbernat, y allí comenzaron a jugar todas las divisiones menores.

¿Cuáles fueron los trabajos de infraestructura que se realizaron?
Por esos tiempos se comenzó a construir el "Demo", porque en ese momento teníamos a los chicos del interior viviendo en pensiones, y eso era muy costoso, y también la alimentación no correspondía con lo que el jugador necesitaba para trabajar en doble turno. Entonces se comienza la construcción de los vestuarios actuales de juveniles que dan a la calle 1, y arriba se planifica lo que posteriormente se llamó "Demo". Se llamó "Demo" en honor a un abogado que siempre acompañó a los jugadores cuando el equipo viajaba al interior.

¿Las becas fue uno de los logros más importantes de esa etapa?
En el año 64' iniciamos la etapa de las becas, y el trabajo en doble turno, en esto también fuimos precursores. Las becas eran entregadas a los chicos que venían del interior y a los que eran de La Plata, pero que por necesidad necesitaban una beca para seguir jugando al fútbol. Malbernat fue uno de los becados, y era de la ciudad. cuando llegó al club trabajaba en el hipódromo, los domingos, entonces el dársele la beca renunció a su trabajo.
Las becas fueron generadas, porque un jugador llamó Zapas, que era de la primera división fue vendido y con esas plata se pagaron las becas, que después llegaron a un total de veinte.

Dejo un video de Miguel Ignomiriello junto a "Pancho" Varallo" que encontré en YouTube subido por ColoradoLopez.
 

Fuente: Diario Hoy y Diario Clarín.

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