domingo, 27 de marzo de 2011

Asi se ganó la Copa, por Osvaldo Zubeldía. Parte 1

El texto que esta a continuación, está sacado de la revista "Sport", un suplemento mensual de El Gráfico que salía en aquellas épocas de gloria para Estudiantes. Es la explicación por Osvaldo Zubeldía de como se ganó la Copa Liertadores de América de 1968.


ASI GANAMOS LA COPA
                "Estudiantes afrontó el compromiso de la Copa tratando de abarcar y contemplar todo lo que un tipo de competencia de semejante envergadura encierra. De cualquier manera, el correr del tiempo y la diversidad de problemas que se presentaron nos hicieron ver que en muchos aspectos nos faltaba el conocimiento exacto de la realidad.
                Iniciamos, como en todas las temporadas, nuestro trabajo en las playas de Necochea sin que esa preparación tuviera nada en especial con relación a la que hacemos habitualmente. La única diferencia es que fuimos al Sur antes que en otras pretemporadas. Eso se debió a que el Nacional del año pasado terminó muy encima del comienzo de los primeros partidos de la copa y además sabiendo que teníamos cuatro muchachos que ya habían dispuesto sus casamientos para esas fechas. Echecopar -por ejemplo- casi no pudo tener el placer de disfrutar su luna de miel porque a los pocos días de su casamiento tuvo que incorporarse a la tarea del plantel. Al principio tuve mis dudas respecto a cómo debíamos afrontar el inconveniente del poco tiempo que disponíamos, pero luego de consultar con el profesor Kistenmacher y el doctor del club resolvimos darles un pequeño descanso para empezar enseguida con el trabajo fuerte en Necochea.

                En lo que respecta a las necesidades de jugadores entendí que con Lavezzi y Togneri el número estaba completo. A ellos y los del grupo profesional había que agregar algunos chicos como Cremasco, Aguilar, Taverna... que desde el punto de vista de la cantidad de valores que exigía el futuro esfuerzo que nos esperaba me dejaban tranquilo."

LOS PRIMEROS PASOS
                "Con referencia a nuestras ambiciones pensábamos que la primera serie la podíamos sortear sin que eso significara exagerar el optimismo. Creo que la mayor virtud que tuvimos en esos momentos con relación a Independiente es que supimos hacer de nuestros problemas una cosa íntima. Estudiantes, como ellos, tenía que arreglar los asuntos de contratos, premios, sueldos, etc., pero yo le dije al presidente que tratar de que todo se arreglara en casa, mientras que los "rojos" no pudieron evitar que la crisis llegar al público, y eso conspira contra el normal funcionamiento de un equipo.
                Tuvimos la suerte de ganar el primer partido, y digo suerte porque en realidad ellos en el primer tiempo podían haber ganado y demostraron las cosas y vencimos. Allí ya vimos con mayor posibilidad la clasificación en la serie. Pero paralelamente comprendimos lo que iba a significar el entrenamiento de clubes argentinos en la competencia. Por otro lado la unión entre los planteles era formidable; de eso tuve la certeza más absoluta una noche que cenamos juntos con los muchachos de Independiente en Calí. Hubo camaradería, amistad, cordialidad entre ellos, Incluso, la promesa de ayuda mutua en caso de ser necesaria. Desgraciadamente nos tocó el triste papel de obligar a los "rojos" a tener que jugar un partido definitorio con el Calí. Algo que sirvió para demostrar la honestidad y corrección con que nosotros afrontábamos todos los compromisos. Eso creo que también sirvió para "purificar" un poco el desarrollo de la Copa, siempre tan expuesto a la maledicencia de la gente."

CUANDO SE VA AFUERA

                "El ir a Colombia fue una de las primeras experiencias importantes que recogimos. A pesar de que teníamos una visión de lo que era aquello por el viaje previo que habían hecho Bilardo y Urriolabeitia, cuando estuvimos allí todos nos dimos cuenta que desconocíamos muchas cosas. Una fundamental es no alojarse en un hotel céntrico porque allí uno debe soportar el asedio de la gente, ruido, fiestas... cosas que son muy contraproducentes. Otro detalle para prever es el de la altura. Contra Millonarios ese factor en contra casi nos hace perder, y pudimos ganar de casualidad por ese gol que el zaguero ele entregó al "Bocha" Flores. Los 4 puntos que trajimos de allá nos dieron ya la tranquilidad absoluta y además la comprobación de que teníamos los hombres necesarios. Soportamos las bajas de Verón y Conigliaro -suspendidos- y sin embargo se jugó bien. También debo destacar que el público colombiano y los árbitros se portaron correctamente. Con los jueces teníamos el temor por la jugada del offside, pero siempre acostumbramos aclarar el asunto antes de los partidos. Malbernat en su carácter de capitán es el encargado de plantearlo. Cuando hicimos las revanchas aquí empezamos a notar cómo se había enfervorizado la hinchada, que la ciudad iba perdiendo su normal tranquilidad. Se vivía un clima distinto, convulsionado, la gente ya empezaba a usar gorritos con colores rojo y blanco, banderas, coros, autógrafos... Ya nos había llamado la atención los muchos que habían viajado a Colombia, al igual que la cantidad de periodistas que nos siguieron, hechos que nos daban la idea de la importancia que íbamos adquiriendo. Ese ambiente distinto que nos envolvía también teníamos que tratar de interpretarlo; por eso hablamos con los jugadores para hacerles comprender que debían ser amables con todos porque nos debíamos a ellos. Ese entusiasmo y esa alegría había que saber interpretarlos y corresponderlos. En lo que hace al posible "mareo" de los muchachos yo no tenía dudas. Pienso que la mejor forma de evitar eso es que los técnicos sepan mantener su lugar y dar el ejemplo. Tanto Kistenmacher como yo hemos mantenido nuestra conducta; entonces los jugadores no tienen posibilidades de "agrandarse". Es el mejor método..."

UN PROBLEMA GRAVE
                "Llegó el momento en que los partidos de la Copa se suspendían con los del campeonato Metropolitano. Debíamos jugar dos o tres partidos por semana y nadie nos daba chance para el descenso. Dos días antes de viajar al Perú para jugar con Universitario tuvimos que enfrentar a Newell's en Rosario, un compromiso muy bravo en una tarde calurosa. Aunque quiero dejar aclarado que esto no significa una acusación contra los clubes sino que es un problema que debe contemplar la AFA. Esta maratón fue el primero inconveniente grave que debimos afrontar.
                En Lima sentimos un gran impacto porque conocíamos el valor de Universitario. Quiero dejar constancia de mi agradecimiento al colegio argentino Benicio Acsota, que allá nos ayudó mucho. Pero ese día la fatalidad nos golpeó con todo. En principio tenía resulto hacer entrar a Togneri y luego las sucesivas lesiones variaron el panorama. Se lesiona Aguirre Suárez y preparo a Spadero: enseguida cae Manera y más tarde Pachamé. Ahí cometimos un gran error. El más afectado de los tres era Manera, pero en su afán de colaborar, de no abandonar a sus compañeros sigue en el cancha. Al final saqué a Pachamé, que era el más "sano" de los tres. A pesar de todo estábamos para conseguir un empate y sin embargo faltando pocos minutos aflojaron las marcas, se fueron al ataque y de un contagolpe nos ganaron. Eso demostró la desventaja que significa para el DT estar fuera del campo, porque si hubiese estado adentro los hubiera tratado de frenar con mis indicaciones.
                Volvimos con una derrota y con el drama de tener tres jugadores que no sabíamos cuándo los íbamos a poder tener repuestos. Sin embargo, al llegar a Ezeiza nos encontramos con el aliento del público, que nos recibió como ganadores, al igual que la prensa.  Eso nos reconfortó."


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