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Estoy seguro que este partido va a estar entre los 10 más importantes de mi vida, y seguramente lo esté en muchos de los de mi generación. Una generación que nació escuchando los relatos de la gente mayor como padres o abuelos, en mi caso tío, acerca de las gloriosas noches de Copa del equipo de Zubeldía, o el famoso 3 a 3 a Gremio con 4 hombres menos de Eduardo Luján Manera.
Pero todo esto era historia para mi, o una novela feliz, que lo podía leer en diarios o revistas de la época o en sus relatos.
Se me hacía muy difícil entender lo que me decían de un Estudiantes que supo codearse con los grandes a lo largo de su historia. El Estudiantes que yo conocía era distinto... Mi Estudiantes tenía un descenso en el lomo (cuando sólo tenía 8 años) y varios años de pelear la permanencia, siempre una victoria ajustada de local y nos volvíamos contentos sacando un punto de visitante. Me gustase o no, es lo que había, yo no elegí ser del Pincha, yo nací del Pincha y me la tenía que bancar. Me crié con jugadores como el Tecla Farías, Luciano Galetti, Pablito Quattrochi, el Pepi Zapata, el Vasco Azconsabal, entre otros.
Hago esta breve introducción para que la persona que esté leyendo esto y no sea de mi edad entienda de la importancia de este partido.
Lo recuerdo a la perfección, era un día soñado, mi primer partido de Copa, era una realidad, el día tan ansiado había llegado.
Teniendo 1 y 57 cerrado, el partido tuvo que jugarse en Quilmes, salimos sobre la hora y la autopista era un caos, lleno de autos y micros con los colores rojos y blancos demoraron la llegada al partido. Tal es así que llegué con el partido empezado.
Al bajar del auto nos enteramos que el Sporting Cristal ya estaba ganando 1 a 0. Todavía había ilusión, el partido recién empezaba. Al pasar varios cacheos ya estaba dentro de la cancha, mientras me acomodaba en la tribuna, marca el 2do gol el equipo peruano. Y a los pocos minutos el 3ero que fue como un baldazo de agua fría...
En el entretiempo todo era desconcierto, nos mirábamos y no entendíamos que estaba pasando. Parecía que a Estudiantes le quedaba grande jugar esta clase de partido. Faltando 2 minutos para arrancar el 2do tiempo un hombre mayor que estaba atrás mío nos dijo "
tranquilos muchachos, esto es Estudiantes, Estudiantes en la Copa es distinto", si bien en el momento no le llevé el apunte, me quedó grabada esa frase. Cuando Luguercio marca el 4to gol, todos los de ese sector lo abrazamos emocionados.
Era increíble ver abrazadas 3 generaciones de Pinchas en la tribuna con lágrimas en los ojos, el nene junto a su padre y su abuelo, coreando el grito de guerra "Estudeaaaa Estudeaaaa"...