Tuvo fútbol,
entrega y lo necesario para desterrar a aquellos que hablaban de antifútbol.
Con un mediocampo lujosísimo, daba cátedra en cualquier cancha. Córdoba fue
testigo de la gran gesta.
Nadie puede negar que ese
Estudiantes del Metropolitano de 1982 era para sacarse el sombrero.
En primero lugar, desterró del “antifútbol”. Con un
mediocampo de lujo, donde sólo Miguel Angel Russo ponía la marca y la garra
mientras que el trío Sabella-Ponce-Trobbiani daba cátedra.
Ese equipo logró el título gracias a que funcionó como
tal. Tenía fútbol, despliegue, entrega, todo en partes iguales. Y sólo Independiente
le hizo sombra en el campeonato.
La histórica campaña comenzó en Córdoba, ante Racing de
Nueva Italia. Fue 1-0 con el gol de quien sería uno de los romperredes de la
temporada: Hugo Ernesto Gottardi.
En ese comienzo del “Soberanía Nacional·, el Pincha era
imparable. Sólo Boca en La Bombonera lo hizo trastabillar por primera vez. Pero
entre el final de la primera rueda y el comienzo de la segunda, logró una racha
impresionante once partidos sin perder.
Otra vez los Xeneizes le hicieron morder el polvo de la
derrota. Tiempo después , cuando la consagración ya era historia, el mismísimo
Bilardo reconocía que si Boca no le hubiera ganado, el título habría llegado
antes.